Restauración de un reclinatorio antigüo
Los reclinatorios eran aquellos pequeños muebles a modo de silla con cuatro patas no muy altas que permitían arrodillarse en la iglesia durante el rezo o la oración. Normalmente eran portados por mujeres que los llevaban a la iglesia ocupando su propio sitio dentro de esta, además de permitir seguir con el misal el rezo.
En ocasiones estaban en la iglesia evitando tener que cargar con ellos hasta la vivienda, cada persona conocía el suyo propio utilizándolos mientras la homilía.
En esta ocasión os traemos un reclinatorio de los más comunes aunque original en la decoración, hecho en haya maciza y restaurado en nuestro tallercito
El aspecto de este reclinatorio es el de todos los muebles antigüos por los que ha pasado más de cien años de uso, tiene los rozones propios de caídas y golpes que dañan el barniz y le dan un aspecto viejo y deteriorado. El aspecto tras quitar el barniz viejo es el que se aprecia en esta foto
Una vez quitado el barniz viejo, lijado total del mismo se tiñe y se barniza este puede variar en función de los gustos de cada uno, nosotros hemos optado por esta última opción así como dejarlo con toques del primitivo aspecto. El aspecto final, así como el tapizado del mismo lo podeís apreciar en estas fotos
Tapizado como antiguamente con una pasamanería que tapa los clavos y grapas que sujetan la espuma y el esparto del asiento y del reposabrazos
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